Ley de Lengua de Señas Argentina es una conquista de la comunidad sorda

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En un momento importante para la inclusión y la diversidad, Argentina ha marcado un hito histórico al aprobar la Lengua de Señas Argentina (LSA) como ley nacional. Este logro representa un avance en los derechos de las personas sordas

Alessandra Hernández V.

Todos los días Juan Pablo se sentaba a ver Dragonball, su serie favorita, mientras engullía algunos caramelos Flyn Paff. Pero aquella tarde su ritual vespertino se interrumpiría por una gran frustración: con apenas seis años salió a comprar en un quiosco cercano su golosina predilecta y al pedírsela al vendedor este no lo entendió, porque Juan solo señalaba. Al hombre le causó gracia y en lugar de ayudarlo se echó a reír. El pibe regresó a su casa muy molesto, pero decidido a que haría lo imposible para hacerse entender “porque vivimos en una sociedad en la que no hay empatía”, subraya. 

Cuando Juan tenía dos años, sus padres iniciaron un periplo por su San Juan natal, por Mendoza y Buenos Aires, con la esperanza de encontrar un luz que disipara las sombras del diagnóstico que les dieron cuando apenas era un bebé: hipoacusia bilateral; sordo profundo. Jamás hablará, solo podrá comunicarse por Lengua de Señas, decían especialistas de entonces.

A sus 32 años es un referente de la comunidad sorda, desde la legislatura de San Juan (donde recibe a los visitante y les habla en Lengua de Señas) y en cada uno de los ámbitos en los que desarrolla su talento. Luego de cursar la Diplomatura Internacional de Discapacidad, en la Universidad de San Martín, aspira a estudiar Derecho en una institución que tenga intérprete. 

Un golazo inesperado

Juan creció en una familia amorosa, que le brindó la contención y guía necesarias para afianzar lo que iba aprendiendo no solo en la escuela, sino en las terapias de fonoaudiología y luego en la cancha. También sus compañeros y maestras fueron un apoyo importante. Primero estudió en un colegio para sordos y luego fue al Don Bosco. 

“Gracias a Dios, me tocó jugar al fútbol. Vino gente de la C.A.I (Comisión de Actividades Infantiles, club de Chubut, Comodoro Rivadavia) y quedé en la prueba y eso me permitió irme de casa para dedicarme un poco al fútbol”, rememora.

El fútbol lo impulsó a hablar y también lo ha llevado a jugar en países como Venezuela, Bolivia, Chile, Italia, Turquía y más recientemente en Malasia, donde jugó con @lostorosoficial, la selección argentina de fútbol de sordos.  

Aquella decisión de irse a Comodoro Rivadavia fue trascendental. Cuando regresó a su San Juan natal sus padres no podían creer que había aprendido a hablar. Un golazo. Desde aquel tiempo hasta ahora se expresa hablando, porque fue educado en el oralismo, pero no es su lengua natural, y en Lengua de Señas.  

Dios en el cielo y en la Tierra, como en Malvinas preparado pa’la guerra, reza el tema “Pa’la selección”, interpretado por La T y La M, uno de los favoritos de Juan que constantemente utiliza para musicalizar sus reels en Instagram. Esta red social le ha permitido comunicarse con la comunidad sorda y con los oyentes para dar a conocer la Ley Nacional de Lengua de Señas (Ley 27710), sancionada el 13 de abril de 2023 y publicada en el Boletín Nacional del 03 mayo-2023. 

Un logro colectivo 

En Argentina, según estimaciones proporcionadas por el Instituto de Estadística y Censos (INDEC) en su Encuesta Nacional sobre Personas con Discapacidad (ENDISC) del año 2018, alrededor del 8.3% de la población argentina tiene algún tipo de dificultad auditiva o sordera. Esta cifra representa aproximadamente 3.7 millones de personas. Sin embargo, estas estadísticas pueden variar y debe considerarse que existen diferentes grados de dificultad auditiva, desde personas con pérdida leve hasta aquellos con sordera profunda. 

Las estimaciones exactas pueden ser difíciles de obtener debido a diversos factores, incluida la autoidentificación y la variabilidad en la definición y medición de la discapacidad auditiva.

Después de años de activismo y esfuerzos por parte de la comunidad sorda y organizaciones dedicadas a la inclusión, el Congreso argentino aprobó por unanimidad la Ley Nacional que reconoce la Lengua de Señas Argentina como patrimonio inmaterial y promueve su uso en todos los ámbitos de la vida cotidiana, así como la implementación de políticas lingüísticas diseñadas por sus organizaciones representativas.

En el proceso previo a la aprobación,  el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET) apoyó con asistencia técnica. En este sentido, los argumentos científicos de la investigadora del Consejo, Rocío Martínez, doctora del Instituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), fueron clave ya que aportó su experticia para sensibilizar a legisladores y legisladoras, personal del Congreso Nacional y a la población en general, acerca de la importancia de aproximarse  a los problemas y desafíos lingüísticos de la comunidad sorda en Argentina. 

Esta decisión garantiza el derecho fundamental de las personas sordas a comunicarse en su lengua natural, al tiempo que promueve una sociedad más igualitaria y accesible.

Desde Rawson, donde reside, Juan Pablo trabajó con ahínco para que la norma fuera aprobada y así se le reconociera como lengua natural de las personas sordas y su enseñanza en todos los ámbitos sea obligatoria.

Diputados y senadores nacionales, la Asociación de sordos de San Juan, de la que Juan fue presidente, y la Confederación Argentina de Sordos participaron de manera activa, junto a otras organizaciones de la sociedad civil. 

Esta ley “Marca un antes y un después en la historia de la comunidad sorda, porque nos hace más visibles, tenemos derecho a que nos escuchen, nos respeten y nos incluyan (…) De esta manera tenemos una ley que nos respalda ante la problemática diaria que se vive en nuestra comunidad”, asegura Juan Pablo.

Sin ley no hay derechos ni accesibilidad

Agrega que sin esta normativa, no habría derecho, ni accesibilidad porque no hay escuela ni universidades para sordos: “De esta manera tenemos esperanza”, afirma convencido. 

 

¿Crees que realmente las estaciones de policía, las escuelas, los centros de salud, las farmacias adoptarán la Lengua de Señas para beneficio de la comunidad sorda?

Creo que está un trabajo de todos, de las entidades que nombraste y de nosotros en inculcarlo, pedirlo y hacernos cargo de que se cumpla como nuestro derecho 

 

¿Cuál es la situación de las personas sordas en Argentina?

Ahora hay una nueva directiva de la Confederación Argentina de Sordos. Ellos tienen propuestas, pero la mía es que todas las escuelas tienen que incluir Lengua de Señas con docentes sordos, y  por otro lado un funcionario nacional de sordos sería importante para el país porque puede aportar mucho a la comunidad sorda. Nunca tuvimos esa posibilidad.

¿El Estado le da la importancia necesaria a la comunidad sorda?

No para nada, en mi provincia, tuve la suerte de que nos incluyan en casi todo, pero es muy difícil, no es la realidad de todas las provincias, y a nivel país, menos 

 

Su trabajo fue darle visibilidad a nuestra discapacidad, lograr que nos vean, nos escuchen, nos tengan en cuenta y nos den lugar dentro de la sociedad. 

 

respecto a logros no solo fueron logros materializados, sino que también hubo muchos logros a nivel concientización de toda una sociedad, logramos cambiar el pensamiento de muchos frente a nuestra discapacidad, acortamos distancias, naturalizamos hablar en señas y que no nos observen como una cosa rara. 

Si hablamos de logros un poco más materializados te puedo hablar de los diversos cursos de LSA en nuestra provincia a entidades súper necesarias para nosotros, como Adolescencia Niñez y Familia, en municipios alejados, lograr que en la Fiesta del Sol (la más importante de nuestra provincia) haya estado cubierta completamente con interpretación para sordos; la aprobación de la Ley de LSA; beneficios como mercadería, útiles escolares, cajas navideñas, prestación de inmuebles; logré armar 9 subcomisiones (deportes, LSA, turismo, intérprete, etc).



Dios, amor y familia

En la imagen se muestra un post de Instagram: de lado izquierdo una foto de Juan Pablo con su esposo y dos hijas, de lado derecho se leen un mensaje de Juan y comentarios de sus seguidores

Juan Pablo es geminiano, del 7 de junio. Tiene 11 años de casado y de la unión con Maira, su mujer, tiene dos hijas: Alma, quien ha llevado la Lengua de Señas a su escuela, y Mila. Admite que la crianza es un desafío constante, pero gracias al amor y la paciencia de su esposa fluye la comunicación en el hogar. Sus hijas saben que no pueden hablarle porque no las escuchará, pero siempre encuentran la forma de llamar su atención y de comunicarse. Juan fue el primer argentino en cruzar los Andes; le gusta la música y bailar diversos ritmos al sentir las vibraciones.

Para él, su familia lo son todo; Dios ocupa el primer lugar en su vida, sin él no es nadie, recalca. Lo que más le pide es sabiduría “para saber elegir entre lo bueno y lo malo, lo que corresponde y lo que no, aunque me equivoque muchas veces, de todo aprendí y pude revertir un montón de situaciones que sin Dios no hubiera sido posible”.

Estima que el mayor valor que puede transmitir a sus hijas es la gratitud, la empatía y el amor a Dios, sobre todas las cosas.

En febrero de 2024 tendrá su primer implante coclear. Después de la operación estará dos meses retirado en el campo, porque tiene que aprender a reconocer los sonidos más leves… como el del trinar de los pájaros. Así, de a poco, aprenderá a distinguir cada sonido, incluidas las notas musicales de Pa’la selección: 

“Dios en el cielo y en la Tierra...”. 

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