Carecer de una visión perfecta condiciona la interacción del individuo en la
sociedad e incluso con su entorno íntimo.
La desviación en la alineación de los ojos es una de las deficiencias visuales
más comunes en nuestro continente, motivo por el cual existen diversas
instituciones dedicadas a su estudio y curación, por ejemplo, el Consejo
Latinoamericano de Estrabismo (CLADE), fundado en 1966 e integrado por
especialistas de Chile, Argentina, Venezuela, México, Perú, entre otros.
En el artículo Discapacidad visual en ambliopía y estrabismo, desde el
primer nivel de atención en salud se indica que “217 millones tienen una
deficiencia visual de moderada a grave (…) Se calcula que la población
alcanzará los 8,500 millones para 2030. El aumento poblacional por la falta
de control de fertilidad incrementa la posibilidad de discapacidad infantil y
juvenil. En África menores de 15 años conforman 41% de la población; para
Latinoamérica 26% y de 15-24 años es 19% para África, 17% para
Latinoamérica.
Estos jóvenes formarán la población adulta y los niveles económicos y de
crecimiento de sus países recaerán en sus propias capacidades, razón
importante para cuidar el estado de salud de la población joven. (…) Se estima
que 587,6 millones de personas para 2050 sufrirán de discapacidad moderada-
severa”.
La detección de la discapacidad visual en sus primeras etapas es fundamental,
pues, “los fenómenos de ambliopía son persistentes a edades adultas
generando alteraciones a nivel cognitivo, social y laboral, repercutiendo en la
economía del país, por lo que constituye un problema de Salud Pública”.
Proponen la revisión temprana de todo niño desde el nacimiento y
regularmente durante su crecimiento para favorecer un mejor e integral
desarrollo de la persona.
Además de la dificultad visual, quienes padecen de estrabismo se enfrentan al
bullying al sufrir insultos, principalmente en la infancia, como “cuatro ojos”
//(si usan lentes) o “bizco”. También sufren discriminación laboral –en
profesiones con estandares estéticos elevados–, esto acarrea baja autoestima,depresión y limitaciones en la interrelación social. Algunas personas pueden afrontar problemas de equilibrio, deficiencia en la percepción espacial y dificultades en la lectura.
De acuerdo a las investigaciones científicas, la mayoría de los casos de
estrabismo tienen una causa neuronal que origina el erróneo funcionamiento
de los músculos oculares. “En algunos casos, si no se trata, y sobre todo en
niños y niñas, el cerebro puede ignorar o suprimir la imagen de uno de los ojos
para evitar la visión doble o confusión, lo que puede llevar a la ambliopía u
ojo vago”, señala el optometrista Álvaro García de la Cruz en su blog.
El tratamiento dependerá de la causa; neurológica de desarrollo, motilidad
ocular, errores de refracción o neurológica adquirida. La cirugía no garantiza
la recuperación de la visión, requiere ser combinada con el tratamiento
optométrico; “la visión se construye, a ver, se aprende” recalca Gracia de La
Cruz en su artículo.